domingo, 28 de marzo de 2010

Prostitución y economía


El yunque responde. Economía a martillazos

La prostitución me parece un oficio denigrante, pero siempre que sale el tema en una conversación de amigos, acabamos discutiendo sobre si debería prohibirse por el bien de las mujeres que la ejercen o no. ¿Tienes alguna opinión al respecto?


La economía y la ética son dos disciplinas que no tienen por qué ir juntas, por lo que una opinión económica no tiene por qué ser necesariamente la mejor desde el punto de vista social.

En este tema concreto hay multitud de opiniones sociales, ya que las posibles utilidades de esta profesión y sus posibles inconvenientes son muchos y variados, peor no voy a entrar ahí, ya que lo mío es lo económico.

Toda demanda no satisfecha genera una oferta, por lo que una prohibición reglamentaria de un producto demandado lo único que produce es el florecimiento de mercados negros donde imperan las mafias, con el consiguiente riesgo y descontrol. El caso más típico el la Ley Seca, que quizás consiguió que se bebiera menos, pero se matara más.

Cuando se relega un producto a la clandestinidad, lo primero que se logra es encarecer su precio y reducir su calidad, pues los demandantes no cuentan con las oportunidades suficientes para comparar las distintas opciones y elegir la de menor precio o mayor calidad.

Además, como en cualquier mercado, en la prostitución debemos intentar que tanto la oferta como la demanda sean libres y transparentes, de modo que todo el que la ofrezca o la demande lo haga voluntariamente y defendiendo sus propios intereses. Par ello, es mucho mejor reprimir las mafias que atentan contra esta libertad que reprimir el negocio en sí, lo mismo que es mejor reprimir a los ladrones de vehiculos que al mercado de automóviles de segunda mano.

No porque alguien robe coches para revenderlos es mala la reventa de coches. No porque haya mafias de explotación sexual es mala la venta de sexo. Lo que es malo es el robo, y la explotación, y conviene no confundir el negocio con los delincuentes que lo aprovechan para sus delitos.

Si dos personas conscientes y mayores de edad quieren intercambiar sexo por dinero, ¿qué demonios nos puede importar al resto?


Y con esto me despido temporalmente. Saludos a todos.

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